Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas

Titular cristífero de la Muy Humilde y Antigua Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas y Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas.

Imagen de autor desconocido (siglo XVII), restaurada en 1950 por Miguel del Moral y en 2014 por Ana Infante de la Torre, que representa a Cristo crucificado, ya difunto, con formas simples y a la vez expresivas, y con falta de tensión debido a la relajación post mortem. La cabeza gira dulcemente hacia la derecha, dejando caer su espesa melena de pelo natural, aunque debajo de la misma se encuentra el cabello tallado. El rostro es fiel reflejo de lo sucedido, impasible, sereno y dormido. La boca se encuentra entreabierta y la barba y el bigote muy trabajados. Lleva «sudario» de tela que cubre el paño de pureza que también se encuentra tallado.

La Cruz es arbórea, siendo realizada por Castillo Ariza en los años 50. Lleva el “titulum” en madera dorada enmarcado en una pequeña cartela. Del patíbulo de la Cruz cae el Velo de las Tinieblas, símbolo iconográfico y personal del Cristo de Ánimas, recordando las «tinieblas que se adueñaron de la tierra tras la muerte de Cristo». En el velo pueden distinguirse las estrellas, que representan el firmamento sobre el Gólgota en el instante de la expiración del Señor, el Sol en el lado derecho y la Luna en el izquierdo, y está bordado en hojilla de oro y plata, sobre tul negro. Los atributos como las potencias, corona de espinas, y los clavos son de oro de ley y rubíes. Los clavos presentan la peculiaridad de tener forma de azucenas, la flor es la cabeza del clavo y el tallo lo forma el cuerpo que taladra manos y pies. La corona de espinas presenta flores trenzadas, símbolo de la sangre de Cristo, ya que solo puede nacer vida de ella. A los pies siempre presente, la calavera y las dos tibias cruzadas símbolo de la muerte y la redención del género humano.

El paso del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas está realizado en madera, en los Talleres de Jiménez Arenas (1973), bajo diseño de Miguel del Moral, e inspirado en la tumba del Cardenal Salazar, la cual se encuentra en la Mezquita Catedral. Está Iluminado por cuatro candelabros de guardabrisa en madera y oro. Presenta capilla central donde preside la «Santa Espina», realizada en madera dorada y orfebrería en plata de Ley, obra de Miguel Arjona y Emilio León. En las esquinas se sitúan cuatro grandes ángeles en madera sin policromar, portando atributos Pasionistas, obra del cordobés Amadeo Ruiz Olmos. Los faldones están conformados por varias piezas, bordados en oro y sedas, con escenas del Vía Crucis, Escudos Heráldicos y Religiosos, y una magistral catequesis teológica, alegórica y mitológica, ejecutados por el bordador José Luis Guerra.

Autor de la imagen

Imagen de autor desconocido (siglo XVII), restaurada en 1950 por Miguel del Moral y en 2014 por Ana Infante de la Torre

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.